lunes, 15 de noviembre de 2010

cuentacuentos

Como lo habia hecho desde que tenía memoria, aquella noche se halló a si misma narrando en su cabeza a la par de los hechos que sucedían a su alrededor; una especie de narrador omnisciente testigo de una historia manchada por una infinidad de tragedias intermitentes a las que ya se había acostumbrado.
Vivía y sentía con el resto de los personajes a diario, pero por alguna razón estaba mas allá... Invisible a los conflictos y a la indiferencia que la rodeaba, un fantasma de lo que solía ser. Con frecuencia se preguntaba ¿Porqué dramatizaba la historia de aquella manera? Quizás prefería creer que su vida era eso, una novela cuyo final feliz se había retrasado un poco.

3 comentarios:

  1. me encanta el blog. te sigo!
    besos.

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  2. Engañarse a veces está "bien" pero otras trae muchas consecuencias bastante malas.
    Me gusta el texto,un beso

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  3. quizá se haya retrasado, pero no dudes en que llegará.
    a veces nos cuesta tanto ver el lado claro ...

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