sábado, 15 de enero de 2011

Nobody knows they're lining up to go insane



De a poco nos estaba envenenando a todos, pequeñas dosis diarias a la larga se volvían mortíferas... Dejar de consumirlas era imposible, no por su contenido brutal y desgarrador sabor a locura, sino por el proveedor que era insistente como manipulador, cuya forma familiar lo hacía más adictivo que la misma droga.

2 comentarios:

  1. Mañanita soledad de domigo, y yo pasenadpo por entre tus cosillas. Genial siempre.

    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. esto es un PNT para mi "huerta"??
    jaja!

    nah hablando en serio, no me deja de sorprender como en tan pocas palabras siempre me dejas sin habla y pensando
    sos una gran pensadora nena :)

    te amoo <3

    ResponderEliminar