La disfruto a cada momento, me embriago de esta locura enfermiza y despues me hundo en la ensimismación.
Hoy ya no se si soy yo o si soy lo que me hace ser. No la quiero perder pues una parte de mí se iría con ella, aunque lo cierto es que tal vez esa parte de mí me abandono al arribar tal insanidad. No se si me es propia, es decir, no puede pertenecerme si me esclaviza. En algun punto me superó, me consumió. Y lo que quedó, no se si son recuerdos o recuerdos de recuerdos. Lo apasionante es el morbo del romance, la muerte, la tragedia, las obseciones y esas ideas psicoticas encerradas en cuartos oscuros cuya llave podría estar en cualquier parte... en detonantes tan simples como las palabras.
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